20 de noviembre, 2017/Durante la noche del 16 noviembre de 1989, una ráfaga de balas interrumpió la tranquilidad del campus universitario de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, El Salvador, e impactó en la vida de miles de hombres y mujeres alrededor del mundo. Esas balas explosivas fueron las autoras del atroz asesinato que aún enluta a la comunidad jesuita, habían matado a seis sacerdotes y junto a ellos a dos mujeres quienes le colaboraban.
En conmemoración a su legado, a 28 años de su asesinato, la Universidad Centroamericana (UCA), Nicaragua, dedicó varias actividades, eucarísticas, lúdicas y académicas, para que en la comunidad universitaria no muera jamás el recuerdo de los sacerdotes jesuitas maestros a quienes quisieron callar, pero no hay bala alguna que lo pueda lograr.
Los sacerdotes jesuitas, Ignacio Ellacuría, Amando López, Juan Ramón Moreno, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes y Joaquín López, fueron las victimitas junto con Elba y Celina Ramos.
En la capilla universitaria Nuestra Señora de Guadalupe, el P. Juan Ramiro Martínez S.J, Director del Centro Pastoral UCA, ofició una homilía en la que invitó a no apagar la luz que encendieron los seis sacerdotes jesuitas.
“Tenemos una gran herencia que mantener viva, lo primero es la fe cristiana, en ella nunca andaremos solos; segundo nuestros valores, debemos ser fieles a ellos y tal como lo hicieron nuestros mártires debemos velar siempre por la verdad y educación”, mencionó el P. Ramiro. S.J.
El grupo de jóvenes que conforman el Voluntariado Social de esta alma mater también se sumó a la conmoración y organizaron una jornada testimonial con al cual rindieron tributo a las víctimas de la masacre, esto a través de las reflexiones y mensajes de paz.
Una velada cultural con bailes tradicionales, poemas en honor a los mártires y cantos de reflexión cerró la jornada que durante la semana del 13 al 17 de noviembre recordó a nuestros mártires.