29 de noviembre, 2019/El plan de formación inicial docente de Nicaragua carece de suficientes marcos teóricos y metodológicos para formar a educadores efectivos para la enseñanza de la lectoescritora inicial. Esto debido a que el currículo para ser docente de primaria no considera mucha de la evidencia científica e internacional sobre que debe saber y poder hacer un instructor para enseñar a leer y escribir en los primeros grados; y, además, por su modalidad, es una formación generalista y poco rigurosa, no está integrando un enfoque en educación inicial, necesario para estos primeros pasos de desarrollo cognitivo y psicosocial de los escolares.
Estas deficiencias son parte de las conclusiones que se mostraron en la presentación de la investigación Formación inicial docente para la enseñanza de la Lectoescritura Inicial, desarrollada por la Red para la lectoescritura inicial en Centroamérica y El Caribe (RedLEI), a la que pertenece la Universidad Centroamericana (UCA) y que fue presentada este jueves por el másterByron Delgado, investigador y director del Departamento de Español de la UCA.
El máster Delgado explicó que los niños en Nicaragua saben leer, pero no comprensivamente. Este problema podría ser explicado a partir de la formación que reciben los maestros en las normales del país.
El investigador considera que, como solución a la deficiencia educativa de los maestros, en formación en Nicaragua hay que ajustar el programa de los educadores a la evidencia científica. “Tienen que estudiar docencia en la universidad, se debe reformar el currículo académica para docentes y estudiantes, hay que generar procesos de resignificación de la educación con métodos más exigentes y actualizados y dar mayor acompañamiento a los educadores”, destacó Delgado.
Problema latente
La Dra. Wendi Bellanger, Vicerrectora Académica de la UCA, estimó que este estudio muestra como la lectoescritura constituye la principal barrera que los estudiantes tienen que sobrepasar a lo largo de sus estudios, incluyendo su inmersión en las ciencias.
“Los y las estudiantes avanzan en sus carreras, pero el problema de la lectoescritura persiste y se revela cada vez que redactan un ensayo en clases, es evidente en las monografías, más tarde en las tesis de maestrías y también en las de doctorados”, dijo la doctora Bellanger.
También aseguró que la UCA, viendo esta problemática en muchos de los alumnos, pone en práctica algunas estrategias remediales con las que pretende subsanar esas carencias arrastradas desde primaria, sin embargo, muchas veces no son suficientes.
Para Bellanger, esta investigación que pone en evidencia uno de los problemas más serios de la educación en Nicaragua debe ser de utilidad para que los tomadores de decisiones puedan lograr cambiar el rumbo de la educación en el país.